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La razón no siempre es objetiva

Raquel Batalla

La noticia a analizar es una publicada por el periódico nacional La Razón. En esta noticia  relata el durante y el después del amotinamiento en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

Como ya sabemos, este es un periódico con una línea editorial conservadora. Sin embargo, este aspecto no autoriza al diario a utilizar el vocabulario que emplean, con el que facilitan el camino a la xenofobia.

En primer lugar, el titular ya muestra la posición del periódico. «El Gobierno activa la alarma nacional en busca de 26 refugiados del CIE». El término “alarma nacional” cumple perfectamente su función: llama la atención y preocupa al lector, ya que parece una situación mucho más grave de lo que puede llegar a ser.

Seguidamente, si observamos con atención la imagen que encabeza la noticia, podemos encontrar un pie de foto bastante llamativo. «Una de las salas del CIE de Sangorena, destrozada tras el amotinamiento violento de los internos». Los adjetivos calificativos campan a sus anchas en esta oración.  Esta es solo una de las marcas que demuestran la intencionalidad sensacionalista del periódico, práctica que desaconseja por completo el Consejo Audiovisual de  en sus Recomendaciones sobre el tratamiento de la Inmigración en los medios audiovisuales.

“Destrozada” es uno de los términos que conviene analizar, ya que da a entender que rompieron el centro intencionadamente. Por otro lado, las palabras «amotinamiento violento» indican que el autor del texto quiere remarcar en todo momento que los amotinados además de revelarse lo hicieron violentamente. Aquí se observa de nuevo ese sensacionalismo intencionado y una falta de contexto por parte del redactor de la noticia.

Con el titular y el pie de foto ya se establece un marco donde se desarrolla la noticia: el Gobierno está en alarma nacional porque unos inmigrantes violentos se han escapado del CIS. No cabe la menor duda de que gracias a un titular tan escandaloso, este periódico conseguirá más clics en su noticia y, si no lo hacen, simplemente leerán un titular con una opinión bastante sesgada.

Seguidamente, a lo largo de la noticia es muy fácil encontrar diferentes términos que continúan exagerando la situación y alarmando al lector.  «Uno de los momentos más violentos que se recuerdan en el centro», como si diariamente las fuerzas de seguridad tuvieran que vivir altercados y situaciones violentas como esta. "Se abalanzaron" o "atacaron" son también algunos de los términos que descubren el posicionamiento del diario y la intencionalidad del mismo al utilizar este tipo de vocabulario.

Pese a todo esto, el aspecto más alarmante es la falta de variedad en las fuentes. Tan solo se elabora la información desde la visión de los guardas cuando los protagonistas de esta noticia son los propios inmigrantes. La invisibilización de esta comunidad es un problema muy grave que se acentúa con publicaciones como esta. Como bien indica el Consejo Audiovisual de  en sus Recomendaciones sobre el tratamiento de la Inmigración en los medios audiovisuales, se produce una exclusión cada vez que se elabora una noticia de esta forma.

Así pues, nos encontramos con una noticia sesgada, descontextualizada y enfocada solo con las mismas fuentes. En ella predomina un léxico llamativo, que invita al  pánico y al miedo.

Para poder cambiar esta noticia por una mucho más exclusiva, respetuosa e inclusiva, debería cambiarse, en primer lugar el titular. Debería eliminarse el término “alarma” y enfocarse en el hecho de que se trató de un motín. «Finaliza el motín en el CIE tras 11 horas pidiendo libertad».

Por otro lado, el aspecto más grave de esta noticia es la variedad en las fuentes. Así pues, debería hacerse una extensa actividad de investigación para poder informar correctamente sobre las causas de este conflicto. Se debería contactar con los protagonistas de la historia, es decir, los internos del CIE, y preguntarles en qué condiciones viven y qué reivindicaron aquella noche. Este punto es completamente esencial para poder crear un contenido de calidad y riguroso.

Finalmente, se modificarían todos los términos mencionados al principio del análisis que invitan a la alarma social. Este no es método más adecuado para llamar la atención de los lectores. Hay que ser conscientes de la responsabilidad que poseen los medios en todo momento, pero sobre todo, al tratar temas como este.

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