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El ABC dramatiza voces y silencia otras

Belén Berbís 

Los medios de comunicación han tendido, en la gran mayoría de artículos relacionados con el tema que se plante a continuación, a prejuzgar y caer en los tópicos sobre una etnia por el simple hecho de serlo. Es el caso de los gitanos y el trato que han recibido a lo largo de la historia por periodistas y grandes medios. Un ejemplo de esto que se comenta es el artículo publicado en el diario ABC Sevilla en su versión digital.

 

En esta publicación en concreto, el periodista utiliza formas que desprestigian directamente a un grupo de personas por el hecho de ser gitanos. Es algo que se aprecia a lo largo del artículo, ya no tanto en las palabras o referencias hacia esta etnia que se hace, sino que es una cuestión más palpable en el enfoque que el periodista ha querido dotarle. Se trata de un enfoque altamente dramatizado, donde se delatan expresiones algo exageradas y con el único fin de victimizar al sector de los vecinos del barrio Los Poetas. Según la información que da esta redacción, los vecinos tienen miedo por los actos vandálicos y los casos de robos que se han ido cometiendo. Pero como siempre, no todo es blanco o negro.

 

Este dramatismo se palpa con las afirmaciones y el vocabulario concreto que se utiliza. Estos son algunos de los ejemplos: «El temor se convirtió en frustración para muchos», «impotentes, muchos asustados y, unos pocos, muy enfadados», entre otras. Además de esto, se encuentran calificaciones y palabras con las que el periodista se refiere a las personas juzgadas en el artículo que, según el manual Letras Gitanas para Periodistas, que ya delimitan a una persona dentro de un perfil que no tiene por qué cumplir. Estas, que aparecen en el artículo son las siguientes: «clan gitano» y «familia gitana». Ya solo en el titular podemos apreciar estas inclinaciones: «Alta tensión en Estepa con la vuelta del clan gitano de «los Chorizos» tras el incendio de sus casas en 2014».

 

Que a lo largo de la publicación se señale y se caiga en el típico sobre esta etnia, es algo que se puede apreciar a simple vista, pero además de esto, ya no solo se ve en las palabras o expresiones que utiliza, como se ha comentado anteriormente, sino que solo atendiendo a las fuentes a las que recurre el periodista, es visible. El redactor ha utilizado fuentes que coinciden en estar en contra de las medidas que se han tomado en el suceso, como es el ejemplo de la abundancia de declaraciones de vecinos. También cuenta con palabras por parte del Ayuntamiento o de otras entidades que intentan suavizar la situación, pero en ningún momento se ha dado voz a los protagonistas con las declaraciones para poder contar su versión o punto de vista.

 

Este es un claro ejemplo de malas prácticas periodísticas que vuelven a encasquillar a un colectivo con una serie de características y sin la opción a defenderse. Caen en utilizar los términos típicos como «clan», «familia gitana», etc. Las principales soluciones para una buena práctica sería la eliminación de cualquier referencia a su etnia vinculada a ladrones o delincuentes y, en cuanto a las fuentes, intentar contar con su participación en el artículo, si ellos están dispuestos. Además de no caer en la dramatización de la noticia y en el sensacionalismo o victimismo de algunos de sus protagonistas.

Artículo ACB Sevilla digital

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