top of page

 Los sucesos étnicos en el foco mediático

Neus Rufino Isach

El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid, en Aluche, ha ocupado hoy, 19 de octubre, la primera plana de los principales periódicos españoles. La versión online de la cabecera ABC, también ha contado con esta noticia bajo el titular «Finaliza tras 12 horas y de forma pacífica el motín en el CIE de Madrid» y el subtítulo «Los últimos atrincherados, 39, no portaban armas de ningún tipo y han llegado a un acuerdo pacífico con la Policía». La pieza periodística describe cómo 50 internos exigieron, en la azotea del CIE Aluche,  durante 12 horas su libertad ante los efectivos de las Unidades de Intervención Policial (UIP).

Más allá del hecho noticioso, cabe analizar cómo se ha relatado la información y qué recursos se ha empleado para ello. Lo primero que llama la atención en el bloque de titulares es el uso de palabras como «motín» y «atrincherados»,  un lenguaje estrechamente vinculado a la jerga militar. Según la RAE, el primer término se relaciona con un movimiento contra la autoridad constituida. Asimismo, consultas a diccionarios como Wordreference le añaden el «carácter violento» a esta palabra. El término «atrincherados», por otro lado, ya se implica directamente con la posición militar. La RAE lo define como “fortificar con atrincheramientos una posición militar” o “ponerse en trincheras a cubierto del enemigo”. Este lenguaje contrasta con la singularidad de la protesta y la expresión «no portaban armas de ningún tipo».

Entre el bloque de titulares y el desglose de la noticia, el medio acompaña la información con un vídeo. Las imágenes grabadas siguen la misma línea de confrontación de ideas, debido a que se muestra a los internos protestando con pancartas junto al relato del periodista: “Armados con palos, permanecen encaramados en lo alto del edificio”. Por tanto, la noticia parte con una línea editorial marcada por introducir connotaciones negativas a la protesta de los inmigrantes.

Sin embargo, no es lo único que resalta de esta combinación. Se describe en varias ocasiones los numerosos destrozos que supuestamente provocaron los internos con su manifestación como “taparon las cámaras de seguridad, llevaban objetos punzantes, cuchillas, palos y sábanas, y consiguieron reducir a los cinco agentes” sin atribuir la fuente. En cambio, medios como La Razón o El Periódico Diagonal sí que justifican el por qué no ha sido violenta la protesta. Por ejemplo, La Razón apunta: «Fuentes policiales han recalcado que en todo momento la protesta se ha desarrollado de forma pacífica, por lo que consideran que no se trata de un motín, un hecho sobre el que ha incidido en las puertas del CIE el director general de la Policía, Ignacio Cosidó».

 

El periódico ABC detalla la etnia de los manifestantes internos en el texto como un dato relevante, en vez de complementario. Se focaliza la atención hacia este grupo, que puede desencadenar en prejuicios y en la asociación de ideas peligrosas. Según el manual de la ONG RESCATE “Inmigració i refugi als mitjans de comunicación. Conèixer per entendre”, los prejuicios generan la formación de estereotipos.

En cuanto al uso de fuentes, se han empleado de carácter oficial. Podemos observar ejemplos como el director general de la Policía, el Consistorio de Madrid,  Asociaciones o la Defensora del Pueblo y, en cambio, ninguna fuente relacionada con los internos. Esta práctica incumpliría con las indicaciones del tratamiento de los inmigrantes en la información. Según el informe “Inmigración. Proyecto PromoEquality”, lo correcto sería un equilibrio entre ambas. Este explica que no se ofrecen relatos ponderados, dado que se reproducen las fuentes que transmiten un discurso interesado. Se retroalimenta el denominado “racismo discursivo”.

A su vez, hay una falta de concreción a la hora de definir quién eran los manifestantes que apoyaron a los internos a pie de calle. Se les define como “grupos radicales”, sin especificar por qué se les cataloga así. Además, también se puede leer “Mucho más radical se mostró Esther Gómez: «Libertad, dignidad y justicia. Las voces que esta noche rompen los muros del CIE de Aluche»” por apoyar la causa. Ello puede llevar a la simplificación del mensaje con Nosotros (los buenos) y Ellos (los malos).

La falta de contextualización de los hechos sobre los que se informa, sin referencias a las causas y a las consecuencias, ofrece una interpretación sesgada del suceso. Aunque se apunta brevemente en el último párrafo cómo son las condiciones internas del CIE, el propio medio resalta en negrita su valoración. «Las fugas, motines menores y agresiones a agentes son una lucha constante en su interior», apunta.  Criminaliza a los inmigrantes, sin entrar en cómo es su situación y por qué se encuentran retenidos.

Link de la noticia: ABC. Finaliza tras 12 horas y de forma pacífica el motín en el CIE de Madrid

bottom of page