Donal Trump es el nuevo presidente de los Estados Unidos. Contra todo pronóstico la noche del 8 de noviembre se proclamó como el presidente más temido de la historia de américa. Sus discursos homófobos, machistas, racistas… crearon un aura de terror que se fue extendiendo por la sociedad americana, pero también por la del resto del mundo. Tras su proclamación cientos de personas salieron a la calle para decir que ese no era su presidente. Pero, un hombre que ha sacado más votos en proporción que el mismísimo Obama en sus primeras elecciones ¿es un presidente no elegido?

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Según encuestas de El País, Trump ganó en las ciudades pequeñas y en las poblaciones de la periferia de ciudades grandes. ¿Se olvidó Hillary de ellos? ¿O es que la américa que nos muestran en las películas no es la américa que se levantó a votar?

El 9 de noviembre lo primero que vi al despertarme fue la cara de Donal, feliz, sabiendo que dentro de nada ocupaba la casa blanca. En un primer momento me asusté, no lo entendí. Pero después lo pensé y vi que no era tan raro… A su manera, muchas de las medidas que habían hecho escandalizar a la sociedad española se asemejan a las que el Partido Popular llevaba en su programa electoral.

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- Un muro en México. Un muro en Melilla.

- No al aborto. No al aborto.

-Mirar por las grandes empresas. Aquí además añadimos a los bancos.

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Y así se me pasó el miedo. Vienen tiempos malos. Pero eran de esperar. No defiendo a Trump, porque no me gusta como representante de la mayor potencia mundial. Pero tampoco vote por Rajoy para que me representase. Y aun así, millones de personas quisieron que esto fuese así. Personas que no se preocuparon en pensar por las minorías que este hombre despreciaba en cada uno de sus discursos.

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Los inmigrantes tiemblan en sus casas pagadas con sueldos injustos, por si a su presidente se le ocurre que sean ellos los siguientes en irse.

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Las mujeres que le oyeron decir «cualquier mujer se deja coger por el coño cuando eres rico» sienten asco al ver que ese va a ser su representante.

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Y los demás, mientras, miramos desde lejos la que nos viene encima. Sin ser conscientes de lo que tenemos aquí.